Hace unos días alguien me preguntó ¿Con que frecuencia todavía lucho contra la depresión? Yo le respondí, siempre estoy deprimida todo el tiempo. Tengo que sacarme a mi misma constantemente, es como si me despertara deprimida, pero estoy como bien, ahora reconozco mis pasos, porque aprendes de verdad como hoy tengo que salir y estar al sol un poco, o ir a dar una vuelta, o empezar el día de esta manera. Todo es programarse a si mismo para engañar el cerebro ¿Y que si soy suicida? Si, lo soy todo el tiempo pero no puedo porque tengo a mi papá, y mi hijo, siempre he sido una suicida pero nunca he tenido el valor.
Tener ansiedad y depresión es como estar asustado y cansado, es el miedo al fracaso, pero no el impulso de ser productivo, es querer amigos pero no socializar, es querer estar solo pero no querer sentirte solo, es preocuparse por todo y luego no preocuparse por nada.
La depresión se apodera de ti silenciosamente al comienzo luchas contra pequeñas cosas, pero usualmente lo ignoras, es como un dolor de cabeza te dices a ti mismo que es temporal y que ya pasará «es solo un mal día» pero no, estas atrapado en este estado mental te acostumbras a ponerte una máscara social y continuas viviendo entre los demás porque es lo que «tienes que hacer» es lo que los demás hacen como sea.
El problema no se va, luchas por ponerte en marcha cada día y comienza a costar más y más y por eso es que caes incluso más hondo. Por eso cuando lentamente comienzas a alejarte de tus amigos y familia a veces ignorándolos completamente, la satisfacción se ha ido, las cosas que antes nos daban alegría ahora no valen nada hasta la tarea mas simple se vuelve dolorosa, por eso te falta motivación piensas «¿porque sigo intentando si de todas maneras nada de lo que hago me hace feliz?»
Todo esto te hace sentir aún peor y te ves atrapado en un circulo vicioso de repente te encuentras a ti misma viviendo en cámara lenta, los días se tornan iguales como un ruido que te tiene atrapado llenando tu mente y escupiéndole a todo tu cuerpo, sientes que nunca volverás a ser feliz, continuas retrocediendo y destruyendo todas tus relaciones, te arrepientes de todo lo que haz hecho.
Hay una parte de ti que quiere hacer las cosas bien, algunos episodios positivos que te hacen querer salir y ver a alguien pero no duran mucho porque sabes que de todos modos no funcionará, las cosas que emocionan a tus amigos te resultan indiferentes, te das cuenta de la enorme brecha que hay entre tú y los demás, no es una opción así que al final elijes quedarte solo en tu zona de confort donde nadie pregunta nada, la baja autoestima y la falta de propósito se vuelven insoportables, finalmente te das cuenta que no puedes seguir así y pueden pasar dos cosas, puedes decidir buscar ayuda…
Por: Angie Aguilar
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